Este viacrucis constituye un itinerario espiritual de constante actualidad. Presenta un esquema sencillo para que le lector viva un auténtico encuentro de fe, que parte de la contemplación de Aquel que Âse rebajó a si mismo, haciéndose obediente hasta la muerte y muerte de Cruz (Flp 2, 8). ¡Un viacrucis santamente vivido y celebrado en una ofrenda liberadora y purificadora, presentada con dignidad en el altar de la Cruz de Jesús, nuestro MesÃas!
Este viacrucis constituye un itinerario espiritual de constante actualidad. Presenta un esquema sencillo para que le lector viva un auténtico encuentro de fe, que parte de la contemplación de Aquel que “se rebajó a si mismo, haciéndose obediente hasta la muerte y muerte de Cruz” (Flp 2, 8). ¡Un viacrucis santamente vivido y celebrado en una ofrenda liberadora y purificadora, presentada con dignidad en el altar de la Cruz de Jesús, nuestro Mesías!